Esta semana que ya casi despedimos tuvimos la suerte de visitar (casi todos los que pudimos del equipo) la Feria Alimentaria.
Sin lugar a dudas es de las más interesantes, no sólo por el hecho de que hay que "Renovarse o morir" sino porque "Alimentarse" es una necesidad que compartimos todos, no importa nacionalidades, ni razas, ni niveles...
Este año, hubo tantas cosas a destacar que no sé por dónde comenzar... Quizás por la organización: A pesar del volumen de asistentes, se podía circular sin problemas, inclusive acreditarse era un par de segundos. Tacnología punta por cierto.
Lo primero que hice fue dirigirme de ipso facto (no pude evitarlo) al Pabellón ECO, necesitaba saber qué habia de nuevo y qué avances hay para quienes consideramos importante cuidarse y proteger el entorno.
No estuvo del todo mal, gracias Dios cada día se incrementa la oferta de estos productos en superficies de fácil acceso y en la restauración. No obstante, queda mucho por hacer, ya que lamentablemente la gran mayoría de las personas está habituada y por ello prefiere y paga productos que muy lejos de ser sanos, aportan elementos negativos para la salud y el medio ambiente.
Recorrí un área considerablemente grande y me percaté de que aquello era imposible de visitar en una tarde, la cantidad de pabellones y actividades era extremadamente vasta... De hecho hoy hablando con Jordi de las percepciones de
cada uno respecto a la feria, concluimos que este año quizás la extensión se nos hizo innecesariamente gigante, de hecho él sugiere (lo veo muy racional) que se dividira en tres temas para hacerla más especializada y abrir cada una en épocas distintas: Industrias, Vinos y Restauración. Quizás así sería más fácil de asimilar en cuanto a ideas y a proveedores.
No faltaron, claro está, presentaciones y Show cookings para animar el ambiente y dar a probar a los asistenes.
De materiales y equipos había cantidades infinitas, a destacar los sistemas de humidificación y frío a base de agua filtrada y depurada. Nada de hielo...
Como al comienzo comenté, son sólo minúsculas muestras de aquella ciudad que tuvimos dentro de Barcelona. Me habría encantado ver más, pero quizás también dejar a la imaginación puede tener su encanto.
Feliz fin de semana!
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